La salud siempre ha sido uno de los temas más importantes para la humanidad y la prevención de enfermedades a través de vacunas es una de las herramientas más efectivas para mantenerla. En este artículo hablaremos sobre una vacuna específica, la vacuna conjugada.
¿Qué es una vacuna conjugada?
Una vacuna conjugada es una vacuna que se compone de una proteína particular (antígeno) unido a un polisacárido. Este tipo de vacuna ayuda a proteger contra enfermedades causadas por bacterias que tienen una cápsula protectora hecha de polisacáridos.
¿Cómo funcionan las vacunas conjugadas?
Las bacterias protegidas por su cápsula son difíciles de reconocer para el sistema inmunológico, por lo que pueden evitar ser eliminadas por las células especializadas del cuerpo. Las vacunas conjugadas ayudan a entrenar al sistema inmunológico para que aprenda a reconocer y atacar estas bacterias.
Cuando se administra una vacuna conjugada, el polisacárido "oculta" la proteína o antígeno de la inmunidad en el cuerpo. Esto hace que el sistema inmunológico tenga dificultades para reconocer al antígeno de manera efectiva. Sin embargo, el polisacárido también atrae una reacción en el cuerpo que activa los anticuerpos especializados. Una vez que los anticuerpos se han activado, la respuesta inmunológica se centra en la proteína, lo que permite al sistema inmunológico reconocer y eliminar las bacterias y los virus.
¿Para qué enfermedades se utilizan las vacunas conjugadas?
Existen varias enfermedades que se pueden prevenir eficazmente mediante el uso de vacunas conjugadas. A continuación, se presentan algunas de las enfermedades más comunes para las que se utilizan las vacunas conjugadas.
1. Neumococo
El neumococo es una bacteria que puede causar infecciones graves, como neumonía y meningitis. La vacuna conjugada contra el neumococo está disponible para todas las edades y es especialmente importante para los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
La vacuna conjugada contra el neumococo protege contra las cepas más comunes de la bacteria. El número de cepas varía según el tipo de vacuna, pero algunas vacunas conjugadas contra el neumococo protegen contra más de 10 cepas diferentes.
2. Meningococo
El meningococo es otra bacteria que puede causar meningitis y sepsis. La vacuna conjugada contra el meningococo se recomienda para los adolescentes y también está disponible para los niños.
Hay varios serogrupos del meningococo y las vacunas conjugadas pueden proteger contra ciertos serogrupos. Algunas vacunas conjugadas contra el meningococo protegen contra hasta cuatro serogrupos diferentes.
3. Haemophilus influenzae tipo B
El Haemophilus influenzae tipo B (Hib) es una bacteria que puede causar meningitis, neumonía y otras enfermedades graves en los niños pequeños. La vacuna conjugada contra el Hib es una parte importante del programa de vacunación infantil.
La vacuna conjugada contra el Hib es muy efectiva y puede proteger a los niños de hasta el 90% de las infecciones causadas por esta bacteria.
4. Salmonella typhi
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa que puede ser fatal si no se trata adecuadamente. La vacuna conjugada contra la Salmonella typhi se utiliza para prevenir la enfermedad y se recomienda para las personas que viajan a áreas donde la fiebre tifoidea es común.
La vacuna conjugada contra la Salmonella typhi es altamente efectiva y puede proteger contra la enfermedad en más del 85% de los casos.
Conclusión
Las vacunas conjugadas son una herramienta vital para la prevención de enfermedades infecciosas graves. Aunque hay algunas preocupaciones sobre su seguridad, hay una gran cantidad de evidencia científica que respalda su uso y eficacia.
Es importante que las personas de todas las edades reciban las vacunas recomendadas por los profesionales médicos para protegerse y proteger a los demás contra las enfermedades infecciosas. Si tiene preguntas o inquietudes acerca de las vacunas conjugadas o cualquier otra vacuna, hable con su médico o profesional de la salud.